lunes, 8 de junio de 2009

Hasta Luego

A veces me tengo q ir de algunas cosas. y me voy..., nomás.



Y así es, mi sistema está en crisis. O no. Está en recesión. Llámese como guste. También podría entenderse como periodo de reparación atravesado por una dictadura personal en la q algo de mí impone reglas de seguridad emocional. Pseudo-estrictas. Y todo está ahí, en ese pedazo racional de mi cuerpo manejando todo a su antojo. “El q sabe sabe y el q no es jefe”. Bien dicho, y así funciona el asunto, muy a pesar mío. Y donde estoy yo? Soy como una sillita de ruedas que va de aquí para allá llevando una burbuja de sentimientos. Deficiente para las decisiones. Incapacitada para levantarme contra eso q no quiere que sienta. Porque de eso se trata. Complicada y jodida. Inexplicable.
Fría y emocional. Cobarde, porqué no. Una Susanita estacional que de tanto en vez vive, siente, un poquito. Y se va…
(silencio)
Y si hay alguien ahí no lo advierto, que toque la puerta y me avise, por favor. Muchas gracias.
De esta manera entenderás que no es por algo particular sino general, q mi método es el exilio en tanto dure mi dictadura.

Solitaria, tenue. Efusiva y radiante. Mi luz y mi sombra esporádicamente conviven en armonía y en lucha constante. Cuánto cabe en una persona, no es cierto?
Por esto y tanto más sabrás ahora, porqué digo q a veces me tengo q ir de algunas cosas.

lunes, 1 de junio de 2009

Un baúl de tantas cosas

Un deposito de emociones, donde hay? Es q loco está el mundo, o yo me estoy moviendo para el otro lado…o simplemente no me estoy moviendo. Algo de eso hay. El calendario se puso riguroso y el paraguas se me esta dando vuelta, la tormenta no cesa y me dura días, días…y mas días. Solo espero q sea primavera otra vez.
Un rato en el cubito de cemento, con un café quemado, un aula fría y con olor a chivo, me dejó unas sensaciones así como medio extrañas… buenas o malas no sé. Las lindas no se saben porqué y las malas son como nubes espesas en el cielo nublado, como la nata en la leche, o como restos de yerba en el azúcar. De a ratitos soy feliz, solo me surgen las ganas de drenar los ojos, y las manos se detienen en el camino. Y reposan; se suspenden en la nada. Me detengo a contemplar lo lindo que es todo. Lo rara que es la gente. Y cuanto me cuesta.
Me estanqué.
Y ahora por donde sigo? Ugggh. Lo nublado y lo frío me pusieron frágil, buena, inocente y sin intenciones para con nada. Soy un volante viejo recorriendo algunas veredas de por ahí, la mirada se me hace agua otra vez, y vuelvo a contemplar… pero vaya uno a saber qué. Ando solitaria últimamente. Mis oídos están fuera de servicio, mi voz se quiebra de tanto en vez y los brazos me duelen de solo caer. A donde está mi conejo? No tengo idea. Pero también me tiene mal. Ese bicho me cae bien, si lo vieras, está siempre dispuesto a un abrazo. Por eso me preocupa.
Que se yo, dejo un pedacito mas para ese baúl de tantas cosas, escondido. Para que lo busques; y lo encuentres, verdad?