Si me preguntas ¿por qué lloro? hay mil razones, y ninguna es motivo para la marea que trajiste hoy, sin orillas, sin paciencia y sin abrazos.
Vaya con qué sinceridad te buscan mis ojos y con qué respeto calla mi boca. El silencio es rey y la duda, incertidumbre... y alrededor todo es difuso, también claro y hermoso. Las reglas son claras y son reglas al fin.
Algunas veces -vivo/soy- asi, será cuestión de dar (la) media vuelta y Ser mañana otra vez.
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