Olvidadas aquí, las palabras que no descansan; siempre en movimiento,latentes en cada prosa.
Aquí, yace mi suerte, mi desvelo, y el de una escritora que danza al compás de mis pies,
que habla con el corazón y calla con lo que a mí me sobra.
Y el alma, una parte de mí y otra de sí, se esparce y comparte, en este pequeño espacio del mundo.
sábado, 8 de octubre de 2011
Ya no soy tan correcta como aquel entonces. Pero algo que me desestructure y me disperse en noventa pedazos sería la conexión perfecta entre lo que quiero decir y lo que no me sale. (bio-tiempo)
desmenuzarse por completo!
ResponderEliminara veces sirve
un beso,
Facu.