martes, 16 de noviembre de 2010

Ofrenda invaluable

Amanecer
te transformas,
te desfiguras.
Te tiran la noche por encima
sin motivo alguno.

Te arrastras por el suelo
penando el orgullo ajeno,
la soberbia enferma.
El egoísmo.

Mudo,
con un vacío,
un silencio y un cielo
sin sol
sin estrellas,
sin esperanzas.

Y en tus bolsillos
quedan sueños agonizados,
magia en blanco
con su amor en tinta,
y las enseñanzas de aquel Brahmán.

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