No hay alimento suficiente para saciar mi cuerpo,
mucho menos para el corazón.
El agua es necesaria, el resto es gris
y mi estomago se hizo tan pequeño
como en otras ocasiones.
Mi costado enfermo nunca habia despertado,
esta vez reposó en el inconciente mas profundo.
Habrá sido hora del cambio?
Habré crecido?
Se me concedieron oídos, para escuchar al corazón.
Es noble quien lleva en el pecho su verdad,
y es grande quien puede cargar con ello.
Ojalá la humanidad despertara e hiciera frente a sus avatares para que todos vayamos hacia el mismo rumbo.
Uno en el q seamos cielo,
en el que brille cada estrella,
en el que la felicidad sea moneda corriente,
en el que seamos tan Puros
como los ojos de un niño.
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